Con una proporci車n cada vez mayor de sus vecinos en prisi車n, en libertad condicional o en situaci車n de riesgo, las comunidades de nativos en todo el mundo tienen ahora que afrontar otro problema urgente. Las estad赤sticas demuestran que el porcentaje de ind赤genas en situaci車n de conflicto con el sistema de administraci車n de justicia es muy elevado y que en muchos lugares ese porcentaje puede estar aumentando.

En el Canad芍, esta cuesti車n ha sido objeto de un intenso escrutinio en los 迆ltimos a?os. Seg迆n el Centro Canadiense de Estad赤sticas de la Justicia, los abor赤genes representan el 19% de los reclusos federales, mientras que entre la poblaci車n en general s車lo representan el 3% aproximadamente. Entre 1997 y 2000, los abor赤genes tuvieron 10 veces m芍s probabilidades de ser acusados de homicidio que los no abor赤genes. El porcentaje de nativos en las prisiones canadienses aument車 un 22% entre 1996 y 2004, mientras que la poblaci車n reclusa general disminuy車 un 12%. En otras sociedades an芍logas, las diferencias son igualmente asombrosas.

Aunque esas cifras ya de por s赤 dicen mucho, no son sino la punta visible del iceberg. "Estamos enfrent芍ndonos a los efectos retardados de la colonizaci車n", ha afirmado Beverly Jacobs, Presidenta de la Asociaci車n de Mujeres Nativas del Canad芍. "La colonizaci車n ha tenido repercusiones muy concretas sobre las personas". La Sra. Jacobs cree demostrado que el subseguirse de generaciones que han sufrido pobreza, abusos y discriminaci車n ha tenido efectos tremendos sobre las comunidades nativas, que han desembocado a menudo en la comisi車n de delitos. Ed McIsaac, Director Ejecutivo de la Oficina del Investigador de Instituciones Penitenciarias del Canad芍, se muestra de acuerdo con eso, se?alando que "la situaci車n social y econ車mica reinante ha influido en la educaci車n, la salud y el empleo. Esas son variables de pueden llevar a las personas a tener problemas con el sistema de administraci車n de justicia".

Pocos niegan el hecho de que, proporcionalmente, en el Canad芍 hay m芍s abor赤genes que cometen delitos que no abor赤genes. Sin embargo, hay quienes creen que aparte de los arraigados prejuicios y otros males sociales, tambi谷n existe una discriminaci車n flagrante por parte de la polic赤a y los tribunales. De hecho, de conformidad con el Investigador de Instituciones Penitenciarias, que es un funcionario p迆blico que desempe?a la funci車n de defensor del pueblo en las instituciones penitenciarias federales del Canad芍, es evidente que existen algunas formas de discriminaci車n sist谷mica en la administraci車n de justicia, seg迆n ha indicado el Sr. McIsaac. Lo que complica la cuesti車n es que la discriminaci車n, conforme a la definici車n del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, no necesariamente tiene que ser deliberada. Esto significa que las concepciones falsas arraigadas que existen respecto de los nativos, independientemente de lo sutiles que sean, pueden ser consideradas discriminatorias cuando sean el fundamento de actos llevados a cabo por agentes de la polic赤a o por jueces. Para los ind赤genas acusados de comisi車n de delitos, esto puede significar que se les aplique involuntariamente un perfil racial discriminatorio. Para los ind赤genas sometidos a reclusi車n, esa discriminaci車n adopta a menudo la forma de medidas de seguridad m芍s estrictas y de falta de oportunidades para obtener la libertad condicional, que van acompa?adas de la serie de problemas que provoca tener que estar alejados de la propia casa y de la familia durante largos per赤odos. M芍s compleja todav赤a es la cuesti車n de c車mo adaptar las pol赤ticas oficiales a la realidad de la vida de los abor赤genes. "[La discriminaci車n] a menudo se produce al aplicarse pol赤ticas supuestamente neutrales", ha explicado el Sr. McIsaac.

La Sra. Jacobs, ilustra ese problema, en relaci車n con la labor que lleva a cabo con las mujeres nativas, diciendo que la gran mayor赤a de las abor赤genes sometidas a reclusi車n, que representan la cifra asombrosa del 30% de las mujeres recluidas en prisiones en el Canad芍, han sido condenadas por delitos relacionados con una adicci車n o con actos de leg赤tima defensa cometidos en el contexto de la violencia en el hogar. Teniendo presente la elevada incidencia de abusos en los hogares de los nativos y el uso generalizado de drogas y alcohol en sus comunidades, a menudo es dif赤cil adoptar una posici車n muy dura respecto de esos delitos. Al adoptar los gobiernos nuevas medidas en apoyo de los pueblos ind赤genas, hay muchas personas que han comenzado a plantearse esa paradoja. Es dif赤cil encontrar un equilibrio entre la necesidad de responder a la historia particular de los abor赤genes y la necesidad de reprimir el delito en todas las comunidades, independientemente del contexto en que se cometan.


En el Canad芍 se ha iniciado recientemente un debate sobre esa cuesti車n debido al examen realizado en 2005 por las Naciones Unidas del cumplimiento por el pa赤s del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol赤ticos. En octubre de 2005, el Comit谷 de Derechos Humanos observ車 que hab赤a deficiencias en la aplicaci車n de ese tratado y pidi車 al Canad芍 que adoptara disposiciones con el fin de proporcionar reparaci車n por las violaciones de los derechos humanos cometidas, en especial contra los abor赤genes. El Comit谷 inst車 al Gobierno a que luchara contra la violencia y la discriminaci車n sufridas por las abor赤genes y manifest車 su preocupaci車n por la situaci車n de las reclusas en el pa赤s, especialmente las de origen nativo.

El Comit谷 para la Eliminaci車n de la Discriminaci車n Racial se hizo eco en 2005, en su informe anual a la Asamblea General, de algunas de esas preocupaciones cuando hizo una recomendaci車n general sobre la discriminaci車n racial y la administraci車n de justicia. El Comit谷 observ車 que las tasas proporcionalmente m芍s elevadas de comisi車n de delitos atribuidas a algunos grupos particulares, especialmente respecto de delitos menores cometidos en la v赤a p迆blica y de delitos relacionados con drogas y prostituci車n, eran a menudo un s赤ntoma de exclusi車n social. El Comit谷 pidi車 a los Estados que abolieran las leyes que entra?aban una discriminaci車n racial y establecieran programas de sensibilizaci車n y capacitaci車n de sus funcionarios de administraci車n de justicia.

Los Estados que son Partes en la Convenci車n Internacional sobre la Eliminaci車n de todas las Formas de Discriminaci車n Racial deben adoptar una serie de normas en materia de derechos humanos. En virtud de ese tratado, los grupos y los particulares pueden presentar denuncias al Comit谷 para la Eliminaci車n de la Discriminaci車n Racial. La Secretaria del Comit谷, Sra. Nathalie Prouvez se?al車 que esa cl芍usula era uno de los mejores medios con que contaba el Comit谷 para obligar a los Estados a rendir cuentas respecto del cumplimiento del tratado. Los grupos o los particulares "pueden obtener reparaci車n en el plano internacional si no la han recibido en el plano nacional", se?al車 la Sra. Prouvez. Pero esto s車lo sucede si el Estado de que se trate ha ratificado ese tratado, y muchos Estados, incluido el Canad芍, todav赤a no lo han hecho.

Sin embargo, el Canad芍 ha modificado sus propios programas para que las comunidades ind赤genas puedan recuperar su vitalidad. Las iniciativas se han centrado en la idea de que los abor赤genes necesitan la atenci車n y protecci車n de su propio pueblo para estar a salvo de la discriminaci車n en la administraci車n de justicia. Ya en 1992 se inici車 la adopci車n de iniciativas innovadoras en los 芍mbitos de prevenci車n del delito, polic赤a e instituciones penitenciarias, con el establecimiento de la Pol赤tica de Polic赤a para las Primeras Naciones. En virtud de esa Pol赤tica, el Gobierno federal y el local y la naci車n aborigen trabajan juntos en las labores de polic赤a de las tierras tribales. A fin de asegurar que las labores de polic赤a de las comunidades nativas se adapten a la poblaci車n a la que sirven, las comisar赤as, juntas y comisiones de polic赤a est芍n integradas en su mayor parte por nativos. Aparte de algunos casos excepcionales previamente acordados, todos los agentes de polic赤a deben ser personas pertenecientes a las Primeras Naciones.

Los programas de la Pol赤tica de Polic赤a para las Primeras Naciones se aplican en la actualidad en ocho provincias, con 33 acuerdos sobre polic赤a comunitaria en la sola provincia de Saskatchewan. El Gobierno del Canad芍 tambi谷n ha establecido la Comisi車n Real sobre el Pueblo Aborigen y el Comit谷 Consultivo Nacional de Abor赤genes, y aplica un programa contra el crimen organizado en las Primeras Naciones. El Sr. McIsaac se?al車 que los ancianos de las comunidades hab赤an estado presentes en las audiencias de concesi車n de la libertad condicional a reclusos y reclusas abor赤genes y que era bastante com迆n la utilizaci車n en el proceso de concesi車n de la libertad condicional de "grupos de rehabilitaci車n". Por otra parte, desde que el Tribunal Supremo del pa赤s declar車 el sobreseimiento del proceso judicial por homicidio instruido contra una ind赤gena que hab赤a actuado en defensa propia (R. contra Gladue, 1999), los tribunales canadienses empezaron a tener en cuenta en el enjuiciamiento y condena de los acusados los "factores sist谷micos o de antecedentes" en el caso de las comunidades ind赤genas.

Muchos expertos siguen preocupados de que los nativos en libertad vigilada despu谷s de haber sido condenados por delitos tengan que abandonar sus casas para obtener los servicios sociales que necesitan. La Sra. Jacobs indic車 que obligar a las abor赤genes a separarse de sus hijos podr赤a entra?ar que 谷stos sufrieran una falta de apoyo aun mayor y que ello generara m芍s delitos o violencias. Pero el Canad芍 quiz芍s est谷 entrando en un per赤odo de transformaci車n tambi谷n en este 芍mbito. En un innovador acuerdo celebrado en 2005, el gobierno provincial de Manitoba transfiri車 todos los servicios de libertad vigilada de las instituciones penitenciarias a las organizaciones nativas. Un acuerdo de esa 赤ndole significa que los nativos en libertad vigilada pueden ser supervisados por los miembros de sus propias comunidades y permanecer cerca de sus familias.

La Federaci車n de Naciones Indias de Saskatchewan, una confederaci車n de 74 Primeras Naciones, se encarga de la gesti車n de dichos servicios en esa provincia. En 2007, su proyecto experimental de rehabilitaci車n de j車venes de las Primeras Naciones se ha centrado en los j車venes en situaci車n de riesgo en dos comunidades de las Primeras Naciones, ocupando su tiempo libre con actividades culturales, pr芍cticas tradicionales y comunicaci車n con sus conciudadanos nativos. Las actividades de ese proyecto incluyen el programa "Adoptar un anciano", en que se asigna a un joven la labor de acompa?ar a un anciano de su comunidad. La Federaci車n ha a?adido recientemente a sus 車rganos de asesoramiento un Consejo para promover relaciones adecuadas entre los j車venes.

El Sr. McIsaac se?al車 que, a pesar de las iniciativas de los grupos de nativos y de las autoridades del Canad芍, todav赤a era necesario superar la brecha estad赤stica entre la proporci車n de nativos y no nativos en reclusi車n; de hecho, los estudios realizados demuestran que esa brecha podr赤a aumentar a迆n m芍s en breve plazo. La discriminaci車n y el delito son problemas a largo plazo, indic車, "y no tenemos soluciones m芍gicas". El Sr. McIsaac tambi谷n considera que las diferencias en los niveles de educaci車n, empleo y servicios sociales deben ser eliminadas a fin de que se puedan lograr otros cambios. La Sra. Jacobs cree que la crisis contin迆a debido a que muchas pol赤ticas de prevenci車n, polic赤a y reclusi車n, incluso las que se administran conjuntamente con las comunidades nativas, se basan todav赤a en modelos establecidos por el Gobierno. Las Primeras Naciones dependen del Gobierno para su financiaci車n, por lo que no pueden todav赤a abandonar por completo esos modelos. "Las comunidades est芍n trabajando para establecer sus propios sistemas de justicia", indic車. Mientras tanto, la ense?anza b芍sica sobre los abor赤genes impartida en las escuelas ordinarias del Canad芍 podr赤a ser de gran utilidad para erradicar la discriminaci車n. La Sra. Jacobs considera que "el racismo es 迆nicamente carencia de educaci車n" y que la mayor赤a de los canadienses "no tienen ni idea" de todos los problemas con que han tenido que enfrentarse los nativos de sus comunidades vecinas.

Enraizada en problemas sociales y econ車micos existentes durante siglos, la discriminaci車n de las comunidades ind赤genas es un problema abrumador que requiere soluciones innovadoras y el apoyo de la comunidad internacional. Pero aunque el problema no es en absoluto sencillo, muchos grupos de nativos han demostrado que est芍n dispuestos a hacer todo lo posible para darle una soluci車n duradera.