T.C.*, una mujer palestina del campamento de refugiados Bureij, unos de los m¨¢s pobres y hacinados ubicado en el centro de la Franja de Gaza, hab¨ªa sido v¨ªctima de maltratos f¨ªsicos y verbales por parte de su marido durante mucho tiempo. Con la pandemia, la situaci¨®n se agrav¨® y el abuso se convirti¨® en algo cotidiano.

"A veces siento que todo esto es una pesadilla y que tarde o temprano me despertar¨¦, pero la pesadilla nunca termina y no s¨¦ cu¨¢nto tiempo m¨¢s podr¨¦ aguantar", dijo al . 

Oleksandra* cuenta que cree que la guerra silenciosa que su exmarido estaba librando con ella, se intensific¨® durante la cuarentena. Ambos viv¨ªan en el mismo piso con sus dos hijos en Kiev, Ucrania, y Oleksandra sent¨ªa que . Le daba miedo pedir ayudar, porque sab¨ªa que ¨¦l podr¨ªa espiar sus llamadas.

T.C. y Oleksandra se encuentran entre los cientos de millones de v¨ªctimas de la violencia contra las mujeres y las ni?as, que se ha intensificado desde el brote de COVID-19.

Como nos cuenta ONU Mujeres en este , incluso antes de que existiera el COVID-19, la violencia dom¨¦stica ya era una de las violaciones de los derechos humanos m¨¢s flagrantes. En los ¨²ltimos 12 meses, 243 millones de mujeres y ni?as (de edades entre 15 y 49 a?os) de todo el mundo han sufrido violencia sexual o f¨ªsica por parte de un compa?ero sentimental. Y, con el avance de la pandemia del COVID-19, es probable que esta cifra crezca con m¨²ltiples efectos en el bienestar de las mujeres, su salud sexual y reproductiva, su salud mental y su capacidad de liderar la recuperaci¨®n de nuestras sociedades y econom¨ªas, y de participar en ella.

(V¨¦ase tambi¨¦n el de ONU Mujeres sobre este tema.)

 

 

La violencia interpersonal aumenta exponencialmente en tiempos de crisis

El aumento de la violencia interpersonal en tiempos de crisis es un hecho bien documentado. Pero, el insuficiente n¨²mero de denuncias, dificulta la respuesta y la recopilaci¨®n de datos, ya que menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda o denuncian el delito. De las mujeres que s¨ª deciden solicitar ayuda, menos del 10% se dirigen a la polic¨ªa.

Una mujer frente a un ordenador

Sin embargo, los primeros datos muestran que los tel¨¦fonos de asistencia en Singapur y Chipre han registrado un incremento de m¨¢s del 30% en las llamadas. En Nueva Gales del Sur (Australia), los trabajadores de primera linea comunicaron un 40% m¨¢s de solicitudes de casos de violencia. En Francia, los casos de maltrato aumentaron un 30% desde el inicio del confinamiento el 17 de marzo. En Argentina, las llamadas de auxilio por violencia dom¨¦stica han aumentado un 35% desde el 20 de marzo cuando se inici¨® la cuarentena.

"Lamentablemente, todos los pa¨ªses de la regi¨®n ya est¨¢n demasiado familiarizados con el ", dice la Oficina Regional para Europa de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

En el Reino Unido, las llamadas, los correos electr¨®nicos y las visitas a la p¨¢gina web de Respect, una organizaci¨®n ben¨¦fica nacional que lucha contra la violencia de g¨¦nero, han aumentado un 97%, un 185% y un 581% respectivamente. En las tres primeras semanas de confinamiento, catorce mujeres y dos ni?os fueron asesinados en el pa¨ªs.

 

 

"Para muchas mujeres y ni?as, la amenaza es mayor precisamente all¨ª donde deber¨ªan estar m¨¢s seguras. En sus propios hogares... Sabemos que los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el COVID-19. Pero pueden hacer que las mujeres se vean atrapadas con parejas abusivas." ¨C Ant¨®nio Guterres, Secretario General de la ONU

 

 

Las medidas de confinamiento en casa llevan a la "tormenta perfecta" de puertas a dentro, afirma la Sra. Mlambo-Ngcuka, ya que exacerba las tensiones acerca de la seguridad, la salud y el dinero.El pasado mes de abril, el Secretario General de la ONU, Ant¨®nio Guterres hizo un llamamiento a la paz en los hogares de todo el mundo, e inst¨® a todos los Gobiernos a incluir la prevenci¨®n y la reparaci¨®n de los casos de violencia contra las mujeres en sus planes nacionales de respuesta contra el COVID-19. M¨¢s de 140 gobiernos han apoyado su llamamiento.

Necesidad de servicios de asistencia silenciosos

Adem¨¢s de agravar el miedo, la ansiedad, el estr¨¦s financiero o el consumo de alcohol, el COVID-19 ha puesto a prueba la capacidad de los servicios sanitarios y sociales para comunicarse con las v¨ªctimas y apoyarlas. En respuesta, muchos pa¨ªses est¨¢n poniendo en marcha soluciones innovadoras para ofrecer la mayor seguridad.

En Ucrania, Tetyana Franchuk, una psic¨®loga trabaja con un equipo psicosocial m¨®vil apoyado por el Fondo de Poblaci¨®n en Vyshneve, justo al sur de Kiev, dando asesoramiento a trav¨¦s de Skype, Viber, Zoom o por tel¨¦fono desde que empez¨® la cuarentena. Estas nuevas plataformas se han hecho muy populares.

"Ahora, algunos clientes incluso nos cuentan que este manera de trabajar es mejor para ellos que visitarnos, y quieren continuar recibiendo este tipo de atenci¨®n incluso despu¨¦s de que la cuarentena termine", afirma.

Tambi¨¦n en Noruega, los profesores y otros trabajadores de servicios sociales para menores han decidido dar atenci¨®n directa, aplicando medidas de seguimiento a los j¨®venes m¨¢s vulnerables que conoc¨ªan.

En Francia, Alemania, Italia, Noruega y Espa?a, farmacias y supermercados se han convertido en el ¨²nico espacio seguro donde poder solicitar ayuda. Las v¨ªctimas solo tienen que pedir una "mascarilla-19" para indicar al personal de la tienda que active el plan protecci¨®n contra el maltrato. Estos establecimientos a menudo son los ¨²nicos abiertos, y salir a hacer la compra es la excepci¨®n por la que una persona puede salir de su casa.

Con los albergues al m¨¢ximo de su capacidad en muchos de estos pa¨ªses, los hoteles se han puesto a disposici¨®n de los servicios de emergencia para ofrecer alojamiento.

 

 

 

 

Para m¨¢s informaci¨®n sobre la violencia dom¨¦stica: ?C¨®mo responder al maltrato en el hogar?

 

 

*Se han cambiado los nombres por privacidad y protecci¨®n