4 de noviembre de 2021

El cambio de régimen que se produjo en Afganistán en agosto de 2021 ha tenido un impacto significativo en muchos aspectos de la vida en el país, especialmente en lo que respecta a las instituciones de ense?anza superior y al sector de la formación profesional. La comunidad internacional ha negociado varias iniciativas y medidas que deberían ayudar a hacer frente a los nuevos desafíos a corto y largo plazo. Pero un problema que preocupa especialmente es el acceso de las mujeres a la educación superior. Algunos sostienen que todo el sector de la ense?anza superior y la formación profesional en Afganistán está amenazado debido a posibles cierres masivos, restricciones y censuras. Otros afirman que la situación es más comedida y que es posible que haya muchas vías de acción efectivas para afrontar los retos que plantea la educación en el país.

Educación en Afganistán: logros y retos

Durante la última década, Afganistán vio surgir un amplio colectivo de jóvenes estudiantes, puesto que el antiguo Gobierno de Kabul y muchas agencias internacionales prestaron suma atención a la formulación y el apoyo de políticas educativas nacionales. Esto supuso no solo la reapertura de muchas universidades y otras cuantas instituciones educativas financiadas por el Gobierno, sino que también permitió que se llevaran a cabo iniciativas públicas y privadas, así como la apertura de más de 60 instituciones privadas de ense?anza superior y centros y escuelas de formación profesional. La ciudad de Kabul por sí sola albergó más de una docena de universidades y centros de formación profesional y alojó entre 100.000 y 120.000 estudiantes aproximadamente en 2018, de los 4.000 que tenía en 2001.1 Además, unos 17.000 estudiantes afganos (2016, UNESCO) estudiaban en universidades de países vecinos,2 incluyendo los conocidos como los países de la Ruta de la seda de Asia Central, como Kazajstán o Kirguistán, entre otros.

En sus últimos a?os, el antiguo Gobierno de Afganistán también formuló políticas más amplias para la juventud con el objetivo de fomentar las habilidades técnicas y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de mejorar la formación técnica entre los jóvenes. Autoridades nacionales y locales y representantes de organizaciones internacionales, especialmente del , el  y la , han trabajado conjuntamente para desarrollar medidas específicas para animar a las mujeres a buscar oportunidades educativas tanto dentro como fuera de Afganistán. Antes del período de 2001-2002, el acceso de las mujeres a cualquier forma de educación estaba extremadamente limitado.

La proliferación de los centros de formación profesional fue de la mano de la implementación de muchos programas orientados a mujeres, como el , el Plan de acción nacional para las mujeres en Afganistán y la Estrategia de género para la educación superior. Este tipo de programas incluía apoyo financiero directo a través de becas y aportes económicos a mujeres jóvenes, así como iniciativas financiadas internacionalmente para apoyar la presencia de las mujeres en los ámbitos de la educación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), y es que el país necesitaba más mujeres y hombres profesionales locales formados y dinámicos para contribuir a su creciente economía. En su conjunto, estos esfuerzos dieron sus frutos, dado que el número de estudiantes femeninas respecto a los estudiantes totales pasó de aproximadamente un 3 % en 2002 hasta un 22 % en 2016, con la proyección del Gobierno de alcanzar una proporción femenina de un 25 % de las matriculaciones en 2020, según las estimaciones oficiales.3 Supuso un importante logro formar a una nueva generación de mujeres universitarias tras una caída de aproximadamente 2.000 en 1989 a casi cero en 2001. En 2003-2004, las universidades afganas contrataron a las primeras profesoras y, en 2020, su número había crecido hasta representar entre un 18 % y un 20 % del total aproximadamente. Las jóvenes también empezaron a participar en actividades promovidas por la Iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI) en Afganistán, como el programa Modelo de las Naciones Unidas New Silk Way (Nueva Ruta de la seda). Fueron adquiriendo aptitudes interpersonales en diplomacia internacional, mitigación y resolución de conflictos, reconciliación y debate público. Según las estimaciones locales, los eventos de Modelo de las Naciones Unidas contaron con la participación de entre 1.500 y 3.000 jóvenes cada a?o en diferentes actividades presenciales4 y llegaron a unos 20.000-30.000 estudiantes en línea.5

El papel de las instituciones de ense?anza superior en el desarrollo moderno

La pasada década aportó una estabilidad relativa para una nueva generación de ciudadanos afganos,   Recibieron una mejor educación, adquiriendo incluso habilidades y competencias para desarrollar la economía nacional. A pesar de partir de una peque?a base, la emergencia y el rápido crecimiento de una juventud formada y tecnológicamente competente en Afganistán, donde el número de estudiantes de las instituciones de ense?anza superior se duplicaba cada 5-7 a?os, tuvo un impacto significativo y positivo tanto a largo como a corto plazo en la construcción de una sociedad pacífica. Esta dinámica también potenció la creación de oportunidades laborales para los jóvenes afganos y contribuyó al surgimiento de miles de peque?as y medianas empresas en grandes ciudades, como Kabul, Herat y Kandahar.

En este contexto, el desarrollo de una tecnología de la información y la comunicación moderna era crucial para construir un mejor futuro para Afganistán. Los ciudadanos de todas las grandes ciudades tenían acceso a redes fiables de Internet. En los últimos a?os, partes interesadas locales e internacionales invirtieron en la digitalización del sector educativo, incluyendo el desarrollo de cursos y programas en línea, bibliotecas digitales y la creación de contenido en línea. Las cadenas de televisión locales, como Tolo News, difunden cientos de horas de programas educativos y de divulgación científica. Estos avances tienen muchas implicaciones generalizadas en todo el país.

La digitalización podría ser la clave para el futuro desarrollo de la ense?anza superior en Afganistán

A pesar de los numerosos retos y obstáculos, que ahora son mucho mayores que antes de los acontecimientos de agosto de 2021, sigue habiendo muchas vías para que la comunidad internacional ayude al avance de la educación en Afganistán. Un escenario implica el apoyo continuo de la digitalización de la ense?anza superior y del acceso de los estudiantes a las tecnologías digitales. Las transformación digital en la ense?anza superior ayudaría a lidiar con las interrupciones temporales de los procesos educativos en las universidades e instituciones de formación profesional en todo el país. Las organizaciones educativas internacionales deberían ayudar al país a desarrollar plataformas digitales fiables y ampliamente aceptadas en las que la juventud, los estudiantes y los jóvenes profesionales, especialmente mujeres y ni?as, pueden profundizar en sus conocimientos y mejorar sus habilidades y competencias para contribuir al desarrollo de su país, así como buscar el crecimiento industrial, la transferencia tecnológica y las aptitudes interpersonales en diplomacia internacional y reconciliación. Por otra parte, la transformación digital en la ense?anza superior, especialmente mediante la conexión de docentes afganos a iniciativas de aprendizaje en línea, permitiría la creación de una vía relativamente segura y efectiva para la creación de empleo en el sector educativo para profesores afganos en general y mujeres en particular.

Los recientes acontecimientos sucedidos en Afganistán han sembrado muchas incertidumbres en el sector educativo, especialmente en su comunidad de cerca de 150.000 estudiantes universitarios. Muchos expertos se?alan que no está claro cómo se desarrollará el sector, especialmente la ense?anza superior, en un futuro cercano ni qué tipo de impactos podemos esperar a largo plazo.6

Finalmente, la transformación digital en la ense?anza superior en Afganistán, especialmente con la ayuda de la comunidad internacional, podría ser fundamental para la creación de un ciberentorno educativo y para acceder a las últimas tecnologías de la información, aplicaciones móviles, innovadoras plataformas educativas en línea innovadoras y las mejores herramientas de aprendizaje digital en línea. Resulta difícil predecir el futuro de la ense?anza superior para los miembros del personal y los docentes de Afganistán en general y para las estudiantes y profesoras universitarias en particular. No obstante, estos y muchos otros desafíos también ofrecen una oportunidad de observar el desarrollo de la ense?anza superior desde diferentes ángulos, especialmente con respecto al uso de nuevas TIC y la digitalización.

Notas

1Entrevistas realizadas por el autor durante su misión en Kabul en 2018. Véase también Rafis Abazov, " 'Modeling' peace on the Great Silk Road", The Central Asia-Caucasus Analyst (5 de abril de 2019). Disponible en .

2"Education in Afghanistan", WES: World Education, News, Reviews, 6 de septiembre de 2016. Disponible en . 

3Fred M. Hayward, "Progress on gender equity in Afghan higher education", University World News, 13 de enero de 2017. Disponible en .

4Rafis Abazov, "'Modeling' 探花精选 on the Great Silk Road".

5Informes no publicados sobre las actividades del programa Modelo de las Naciones Unidas New Silk Way en 2017-2018.

6Véase, por ejemplo: Fred M. Hayward, "The Tragedy of Afghanistan today", University World News, 15 de septiembre de 2021. Disponible en .  
 

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