10 de febrero de 2023

La falta de igualdad de género en la ciencia no es solo un problema que afecte a las mujeres. También dificulta el desarrollo de un país. Asimismo, cuando limitamos el tama?o de nuestro banco de talentos poniendo la zancadilla a mujeres y ni?as a la hora de elegir una carrera científica, comprometemos nuestra capacidad de resolver problemas complejos. Ante la perspectiva que nos amenaza, cual espada de Damocles, de que alcanzaremos puntos de inflexión que podrían desencadenar un cambio climático abrupto, sería lógico empoderar a todas nuestras mentes más brillantes para que asuman este y otros desafíos apremiantes; pero, sin embargo, seguimos descuidando la mitad de esta fuente de talento.

Según el  (Informe de la UNESCO sobre la ciencia: la carrera contrarreloj por un desarrollo más inteligente), uno de cada tres investigadores es una mujer. Esta ratio podría ser mucho mayor. Las mujeres han logrado la paridad en los niveles de estudios de grado y máster, y están en la cúspide a nivel de doctorado, pero muchas de estas graduadas no optan por embarcarse en una carrera investigadora o dejan esta profesión prematuramente.

No es sencillo encontrar las razones. En general, las investigadoras tienden a desarrollar carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está infrarrepresentado en publicaciones destacadas, y, a la hora de ascender, a menudo no se las tiene en cuenta. Las mujeres suelen recibir becas de investigación menores que las que reciben sus compa?eros hombres y obtienen menos reconocimiento de sus colegas: solo el 12 % de los miembros de las academias nacionales de ciencias son mujeres.

La situación no es mucho mejor en el sector privado. A las fundadoras de start-ups tecnológicas les sigue costando acceder a financiación y, en grandes empresas tecnológicas, están infrarrepresentadas en puestos técnicos y de liderazgo. Ellas tienen más probabilidades de dejar el sector tecnológico que los hombres, habitualmente con las malas perspectivas profesionales como causa principal de su decisión.

En el mundo de hoy en día, resulta sorprendente que mujeres y hombres sigan sin gozar de igualdad de oportunidades y de remuneración en el ámbito laboral. Debemos intensificar nuestros esfuerzos por adoptar políticas y programas transformadores de género que creen una igualdad de condiciones, desde la escuela hasta los más altos niveles de la toma de decisiones. Esto también redunda en nuestros propios intereses. Por ejemplo, algunos estudios han relacionado la confianza de los inversores y unos mayores márgenes de beneficio con una plantilla diversa.

Una forma de eliminar los estereotipos de género es exhibir a mujeres excepcionales. Esto es lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Fondation L'Oréal llevan haciendo 25 a?os a través del programa . Hasta la fecha, se ha reconocido a más de 3.900 mujeres de todo el mundo a través de este programa.

La UNESCO integra la igualdad de género en sus programas científicos internacionales. Por ejemplo, aproximadamente un 42 % de los líderes de proyectos de investigación dentro del  son mujeres, y el objetivo es alcanzar la paridad de género.

?Cómo nos vamos a enfrentar a los abrumadores retos de hoy en día, como el cambio climático, la pérdida de diversidad biológica, el estrés hídrico, las epidemias virales y el rápido desarrollo de la inteligencia artificial, si no podemos recurrir a nuestras mejores mentes, estén donde estén?

Tomemos el ejemplo del sector del agua. En este ámbito, las mujeres representan menos del 17 % de la fuerza laboral pagada total, según el , publicado por la UNESCO en nombre de ONU-Agua. Las mujeres representan una minoría incluso más peque?a en puestos de investigación y toma de decisiones en el sector hídrico, que sigue siendo un ámbito dominado por los hombres.

El  de la UNESCO coordina  una  desde 2021 con el fin de acelerar el progreso hacia la igualdad de género en el sector del agua. A fecha de diciembre de 2022, más de 20 países y 150 instituciones habían respaldado esta iniciativa.

Desde 2014, el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos ha desarrollado indicadores con perspectiva de género y una metodología para recopilar datos hídricos desglosados por sexo. Se puede encontrar todo ello en su .

La UNESCO prioriza enfoques de gestión medioambiental que sean resilientes con el clima y que se basen en la paridad. Este doble enfoque se está integrando, por ejemplo, en proyectos dise?ado por el  para mejorar la supervisión y la previsión de peligros relacionados con el agua, como inundaciones, tormentas y sequías.

Este enfoque caracteriza igualmente proyectos que lleva a cabo la Red Mundial de Reservas de Biosfera de la UNESCO, que ahora abarca 134 países y cubre más del 5 % de la superficie terrestre de la Tierra, y más allá. En un proyecto, la UNESCO ense?ó a las mujeres locales a procesar los frutos del árbol de karité silvestre (Vitellaria paradoxa) y así incrementar sus ingresos. La valorización de las semillas de karité ha reducido la tala de árboles de karité para la producción de carbón en esta comunidad rural. Ahora que han entendido el valor delos árboles, las mujeres han iniciado una campa?a de concienciación vecinal sobre la necesidad de protegerlos.

Otra de las formas en que la UNESCO promueve un enfoque basado en la paridad de la gestión medioambiental es fomentando la participación comunitaria a través de la ciencia ciudadana. La  adoptada por los 193 Estados miembros de la UNESCO en noviembre de 2021 contribuye a este objetivo facilitando el acceso de hombres y mujeres de cualquier origen a información y datos científicos que antes tenían limitado por una barrera de pago.

No se puede afirmar con frecuencia que la igualdad de género se sitúe en el centro de los derechos humanos. Estamos viendo ciertos progresos hacia este objetivo, pero no hay cabida para la complacencia. Debemos estar especialmente atentos a no recaer. No hay recordatorio más claro de la necesidad de vigilancia que el caso de Afganistán, donde mujeres y ni?as han sido brutalmente despojadas de su derecho a aprender y ense?ar a todos los niveles educativos. La Directora General de la UNESCO Audrey Azoulay ha afirmado que "la UNESCO condena esta violación de un derecho fundamental y pide que se restablezca sin demora". Según el , las mujeres representaban un 22 % de los estudiantes universitarios afganos de carreras relacionadas principalmente con CTIM en 2018.

Cuando nos estamos preparando para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Ni?a en la Ciencia el 11 de febrero, la Directora General de la UNESCO ha reiterado este mensaje fundamental: "Las mujeres necesitan la ciencia y la ciencia necesita a las mujeres. Solo aprovechando todas las fuentes de conocimiento, todas las fuentes de talento, podremos liberar plenamente el potencial de la ciencia y estar a la altura de los desafíos de nuestro tiempo".

 

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