El , una institución miembro de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés)?en Granada, un país insular en el mar Caribe, es uno de los socios fundamentales en la ejecución del , dotado con 14?millones de dólares. Esta iniciativa, financiada por el Gobierno de Granada, el Banco de Desarrollo del Caribe y el (un organismo especializado de las Naciones Unidas), se centra en ayudar a los beneficiarios para mejorar sus medios de vida.

El programa SAEP comenzó en abril de 2018, mucho antes del inicio de la pandemia de COVID-19, y está previsto que se ejecute hasta el 2024 como proyecto estratégico. Al centrarse en la reducción de la pobreza y la vulnerabilidad de las personas en 4.500 hogares de las comunidades rurales, los beneficiarios del SAEP tendrán mejores medios de subsistencia y aumentará su resiliencia. Los grupos objetivo son las personas que están fuera del mercado laboral, así como los peque?os agricultores a tiempo parcial y completo, vulnerables al cambio y a la variabilidad del clima.

Tal y como se indica en la declaración de su?misión, esta institución de ense?anza superior se ?"compromete a ofrecer oportunidades de educación y formación de calidad accesibles para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos personales y profesionales, así como a atender de manera eficaz las necesidades dinámicas de las comunidades nacionales, regionales y mundiales". Por lo tanto, la participación del colegio en este programa, en particular, está perfectamente armonizada con esta misión y con las ideas generales que sustentan la responsabilidad social e intelectual de esta institución.

Los beneficiarios del programa SAEP deben cumplir unos requisitos muy específicos, entre los que se incluyen tener un solo cabeza de familia, más de tres miembros de familia por hogar, una o más personas desempleadas entre los miembros adultos de la familia, y/o uno o más miembros adultos de la familia sin educación secundaria o terciaria. La contribución de TAMCC al proyecto se centra en el aspecto del desarrollo del negocio empresarial (EBD, por su sigla en inglés), que apoya a las empresas ya en marcha y a las que empiezan en las zonas rurales con los jóvenes en mente.

TAMCC les ofrece las tan necesarias habilidades para la vida, la formación profesional y las certificaciones profesionales. Se espera que el desarrollo de las capacidades sirva para conseguir oportunidades de empleo a largo plazo en áreas o campos orientados al mercado para aumentar su comerciabilidad y su potencial para obtener ingresos sacándolos al mismo tiempo de la pobreza. En el colegio esperan que un mínimo de 120?jóvenes del mundo rural (40?% hombres y 60?% mujeres) obtengan una certificación y reciban ayuda para su inserción laboral. Hasta la fecha, en el colegio se han graduado 38 estudiantes.

Los graduados de este programa único han recibido formación en instalación de paneles fotovoltaicos, desarrollo web y procesamiento agroalimentario. En este momento, hay 97 beneficiarios que participan activamente en la formación profesional creando aptitudes en materia de alicatado, agricultura general y fontanería centrada en el riego y el drenaje para la agricultura. Además, los estudiantes también reciben formación en fontanería doméstica y residencial. De este modo, tienen más oportunidades para ?acceder a un empleo remunerado o para emprender una actividad empresarial.

La formación se ofrece en tres campus diferentes para llegar a los jóvenes de las zonas rurales, lo que aumenta la disponibilidad del programa. Cuando se le preguntó por el efecto de la pandemia en curso sobre el proyecto, Lorin Alexander-Peters, decana de la facultad, explicó que "han cumplido y siguen cumpliendo a pesar de los diversos retos a los que se enfrentan con la pandemia de COVID-19". "La ejecución del programa ha ido acompa?ada de varios sacrificios por parte de todos los implicados", a?adió la académica.

No obstante, la decana comentó que "con el esfuerzo y la participación de nuestros dedicados facilitadores y aprendices, podemos satisfacer las necesidades de nuestros beneficiarios, ya que los llevamos desde donde se encuentran hasta donde quieren llegar". Al reflexionar sobre el afán del colegio por seguir creando alianzas con la comunidad en general, Ayanna Williams, coordinadora de la movilización de los recursos, compartió que este tipo de proyectos "fomenta el vínculo integral entre los jóvenes rurales preparados y un colegio comunitario que responde a las necesidades de la industria".

"El proceso de cocreación combinado con la ejecución exitosa de los proyectos puede impulsar el desarrollo nacional estimulando el crecimiento económico a través de la formación y el despliegue de mano de obra cualificada, al tiempo que apoya los Objetivos de Desarrollo Sostenible", dijo Williams. En realidad, este es un ejemplo de cómo las instituciones terciarias pueden impulsar la , en concreto cuando se trata del?Objetivo 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico, y sobre todo en tiempos de crisis global como la que actualmente desafía a todo el planeta.