̽ѡ

ACNUR

Entre los 1,5 millones de refugiados y migrantes , hay personal médico y de enfermería que . “Lo que buscábamos era que las personas se fueran vacunadas a sus casas,” recuerda la enfermera Edixioney. le atribuyen haber suministrado la mayor cantidad de vacunas COVID-19 en todo Lima Norte, un distrito empobrecido de la capital peruana.

Yash escribe a su abuelo , ahora fallecido, a quien llamaba cariñosamente Dadu. En 1947, durante la partición de India, Dadu huyó de su hogar, situado en la (en). Yash, quien vivió con casi toda su vida, recuerda el tiempo que pasaban juntos viendo comedias románticas y soñando con el futuro.

Mientras que el recrudecimiento de la violencia en la provincia de de este país africano acapara titulares, otra crisis envuelve a la vecina provincia de Ituri, donde la población civil se enfrenta a una violencia que ya ha forzado a 1,5 millones de personas a En esta dura foto, Madeleine se recupera tras el ataque a su aldea que mató a cuatro de sus hijos.

Sarah nos sonríe en su casa, situada en un edificio viejo, en un vecindario pobre y hacinado de Beirut, la capital del . Hoy porta un vestido blanco y un collar de perlas de plástico. Sarah nació sin el antebrazo izquierdo, pero es tan alegre y feliz como cualquier otra

La comunidad internacional ha sido incapaz de resolver los conflictos y el resto de las causas que han obligado a más de a huir de sus hogares en las últimas décadas. Esta incompetencia, combinada con la , el aumento del costo de vida y la recesión económica, hace que las perspectivas del desplazamiento mundial en 2023 sean poco alentadoras. Es , ACNUR echa un vistazo a las situaciones más críticas para los refugiados este año.

plantea a la UE varias propuestas para garantizar y protección más eficaces y justos.

El invierno agrava la delicada situación de las miles y miles que ya llevan más de una década .

Maria, que tiene necesidades especiales, se entristeció mucho cuando tuvo que abandonar a su perro al huir con su familia de . Ahora, en un centro de Budapest (), María y otras refugiadas participan en una sesión de terapia con un perro de apoyo emocional llamado Noir.

La escasez de fondos ha forzado a a limitar su ayuda a millones de personas. Sin una aportación de al menos 700 millones de dólares, la próxima será catastrófica.

“Me llena de orgullo poder seguir jugando í ”, confiesa Deisy. Antes de verse obligada a huir , había sido convocada para la selección nacional, pero sufrió una grave lesión en la rodilla. Ahora vuelve a jugar en una liga de Madrid, la capital española. “He recuperado ese sueño que me dio el fútbol”, le cuenta Deisy a ACNUR. 

En 2018 Carlos huyó de junto a su familia; había recibido un disparo en la columna que le dejó en una silla de ruedas.

Un proyecto narrativo y fotográfico documenta, a través del fútbol, la cotidianidad de varias y como interactúan dentro y fuera de la cancha. 

Oksana Yeromenko tiene tres décadas de experiencia artística. Años durante los cuales, entre otras muchas cosas, fue directora artística del departamento de teatro de la Universidad Nacional de Artes Kotlyarevsky de áDZ, su ciudad natal. Ahora, en el sur de , esta ha encontrado en la pintura su nueva fuente de inspiración.

Después de tener que salir de Venezuela, la joven Yenmany encontró un equipo de fútbol inclusivo con mujeres refugiadas LGBTIQ+ donde ahora puede anotar goles, acercándose así a su sueño de jugar un Mundial.

El honra a individuos, grupos u organizaciones que hacen cosas extraordinarias para los refugiados, apátridas o desplazados internos.