19 de agosto de 2022

A día de hoy, cuando están a punto de cumplirse los seis meses de devastación y desplazamientos para el pueblo de Ucrania, son los ni?os los que más están sufriendo las fatales consecuencias de una guerra terrible totalmente ajena a ellos. Siguen viéndose atrapados en el fuego cruzado de las persistentes hostilidades en zonas del este y el sur del país, mientras las escuelas, los hospitales y otras infraestructuras civiles de las que dependen siguen siendo da?adas o destruidas. Todos los ni?os ucranianos, de los cuales al menos tres millones1 necesitan asistencia humanitaria y al menos dos tercios están desplazados, se han visto afectados por esta guerra.

El impacto sobre los ni?os no solo se limita a los que permanecen en Ucrania. Esta guerra tiene consecuencias de largo alcance por toda la región y más allá. A finales de 2021, la comunidad mundial ya tenía que hacer frente a 37 millones de ni?os desplazados, el número más alto nunca visto, y, desde el 24 de febrero de este a?o, los desplazamientos se han incrementado a una escala y un ritmo nunca observados desde la Segunda Guerra Mundial, pues 6,6 millones de refugiados de Ucrania han huido hacia Europa, la mayoría de ellos mujeres y ni?os. Esto ha desembocado en la primera y mayor crisis de desplazados del mundo, que ha puesto a prueba aún más la arquitectura humanitaria global en un momento en que a los agentes humanitarios ya les estaba costando cubrir las necesidades de las poblaciones afectadas de Afganistán, Somalia, Myanmar o Yemen.

La guerra de Ucrania también ha chocado de frente con las sequías históricas del Cuerno de ?frica que están provocando un aumento del hambre en el mundo, mayores desplazamientos y una peligrosa falta de acceso a un agua segura, nutrición y atención sanitaria en Etiopía, Kenya y Somalia. Esta guerra brutal ha contribuido a una subida constante de los precios de los alimentos a nivel mundial, que ha derivado en que las familias más vulnerables, sobre las que ya acechaba el espectro del hambre, no puedan permitirse acceder a una comida nutritiva, lo que suma una presión aún mayor sobre la comunidad global a la hora de responder a las crecientes necesidades en materia de desnutrición.

En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, los trabajadores de este sector de Ucrania y de todo el mundo tienen que enfrentarse a retos de un nivel nunca antes visto, con el problema clave que plantea el acceso a aquellos que más los necesitan. Y, mientras estos retos pueden parecen insalvables, gracias a la movilización más rápida registrada de la asistencia internacional, hemos visto de lo que somos capaces cuando nos unimos desde la solidaridad y la asociación. El apoyo del que hemos sido testigos hasta la fecha prestado a la actual emergencia que se vive en Ucrania ha demostrado el tipo de respuesta humanitaria que se necesita ante las actuales crisis en cascada de conflicto, desnutrición y desplazamientos, además de la pandemia de COVID-19 y la crisis climática. Este apoyo también debe llegar a los ni?os que se han visto afectados por el efecto dominó de la guerra, como el aumento de los precios de los carburantes o los costes disparados de los alimentos, y debe seguir prestándose a los ni?os ucranianos.

Partiendo de la posición única del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que funciona como nexo de los sectores humanitario y de desarrollo, estamos construyendo asociaciones con gobiernos, organizaciones locales, grupos de jóvenes y comunidades que trabajan sin descanso en primera línea de esta respuesta. Para satisfacer las necesidades humanitarias inmediatas de los ni?os y las familias ucranianos, hemos ampliado nuestra presencia sobre el terreno a diez lugares diferentes del país. Trabajamos con 92 socios gubernamentales y de la sociedad civil para ofrecer nuestra ayuda a escala y llegar al mayor número de ni?os y familias posible. Por ejemplo, gracias a nuestra histórica presencia en Ucrania, UNICEF ha podido establecer asociaciones en hromadas (localidades) clave y seguirá ampliándolas a todos los ó产濒补蝉迟蝉 (regiones).

Gracias a esta mezcla única de enfoques humanitarios y de desarrollo y a las sólidas asociaciones de apoyo, hemos podido proporcionar suministros sanitarios y médicos que salvan vidas a unos 4 millones de personas en zonas afectadas por la guerra en Ucrania, así como un acceso a un agua segura a aproximadamente 3,5 millones de personas en áreas en las que las redes de suministro estaban da?adas o destruidas. Nuestros equipos han asegurado el acceso a una educación formal y no formal a más de 400.000 ni?os del país. Junto a nuestros socios, hemos llegado a más de 1,4 millones de ni?os y cuidadores con apoyo sanitario y psicosocial.

Johanna, de 23 a?os, scout y coordinadora del centro Punto azul en Medyka, Polonia, despidiéndose de un ni?o refugiado con quien ha pasado tiempo jugando, mientras su madre era asistida por los trabajadores del Punto azul. 7 de agosto de 2022. UNICEF/Mich

Para responder a las necesidades de los ni?os de Europa y Asia Central, estamos aprovechando asociaciones establecidas a través de antiguos programas en el país, relaciones con gobiernos y una sólida red de Comités nacionales. En UNICEF, seguimos ampliando nuestras estrechas relaciones con autoridades municipales, estableciendo asociaciones con organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de la sociedad civil, y desarrollando nuevas relaciones multipaís con entidades clave, como la Organización Mundial del Movimiento Scout (OMMS). Apoyándonos en los puntos fuertes de los socios de las Naciones Unidas, junto con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estamos estableciendo  en las principales rutas de tránsito en los países vecinos de Ucrania. Estos espacios seguros ofrecen múltiples servicios a ni?os y familias, pero, más importante aún, nos permiten identificar y registrar a los ni?os que viajan solos y conectarlos con servicios de protección de estos países.

En más de 13 países que reciben refugiados, a través sistemas y servicios bien establecidos, UNICEF se centra en el cambio de políticas y el fortalecimiento de los sistemas. Nuestras asociaciones estratégicas no solo atienden las necesidades inmediatas de los ni?os y las familias de Ucrania, sino que también contribuyen a reforzar los sistemas de protección de la infancia locales y nacionales, ampliar las capacidades educativas nacionales y preescolares, mejorar los sistemas sanitarios y respaldar la integración de los ni?os refugiados. De esta forma, se facilitan los cambios sistémicos estructurales que prestarán un mejor apoyo a todos los ni?os del país más allá de la emergencia.

Saber qué es posible, el impacto que podemos lograr cuando nos unimos, es lo que nos motiva, tanto a mí como a nuestros equipos, cuando tenemos que hacer frente a la auténtica enormidad de la necesidad humanitaria de Ucrania y de toda la región. Tenemos que mantener esta motivación, porque tenemos que estar preparados para lo que está por venir. A medida que continúan el conflicto y los desplazamientos y se acercan los meses de invierno, debemos flexibilizarnos y ser capaces de pivotar para satisfacer las necesidades más urgentes de las poblaciones a las que atendemos. Será esencial seguir desarrollando asociaciones eficaces e innovadoras en la región para garantizar que no dejamos a ningún ni?o ucraniano en la calle.

Sea lo que sea lo que esté por venir para los ni?os de Ucrania, UNICEF estará sobre el terreno para cubrir sus necesidades inmediatas. Trabajaremos con los gobiernos, las ONG y la sociedad civil para ofrecer nuestra ayuda a escala, e implicaremos a nuestros socios en el fortalecimiento de los sistemas y la creación de un cambio sostenible que beneficie a todos los ni?os.
 

Notas

1Fuente: UNICEF Humanitarian Response inside Ukraine, nota descriptiva, 11 de agosto de 2022.



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