El desarme multilateral y la limitaci車n de armas han sido objetivos centrales para la Organizaci車n de las Naciones Unidas desde su mismo nacimiento, en la medida en que su misi車n fundacional estriba en mantener la paz y la seguridad a nivel internacional.

Naciones Unidas le ha dado la m芍xima prioridad a la reducci車n y eventual eliminaci車n de las armas nucleares, a la destrucci車n de armas qu赤micas y a la prohibici車n de armas biol車gicas, que constituyen algunas de las amenazas m芍s graves a las que se enfrenta la especie humana.

Pero, aunque estos objetivos se han mantenido invariables a lo largo de los a?os, el 芍mbito de las deliberaciones y negociaciones ha ido transform芍ndose a medida que evolucionaban las realidades pol赤ticas y la situaci車n internacional.

La comunidad internacional se enfrenta a la proliferaci車n de armas peque?as y ligeras y minas terrestres, que suponen una amenaza para las sociedades y son perjudiciales para la poblaci車n civil, especialmente para las mujeres y los ni?os y ni?as. Es tambi谷n cada vez m芍s consciente de que los distintos tipos de armas afectan de manera desigual a personas de distintos g谷neros y edades.

Asimismo, las Naciones Unidas se centran en las consecuencias que pueden tener en la seguridad internacional las nuevas informaciones, las tecnolog赤as en telecomunicaciones y otras tecnolog赤as emergentes.

Tras grandes esfuerzos a escala global, las gestiones de las Naciones Unidas han dado lugar a diversos tratados e instrumentos multilaterales cuyo objetivo es regular y restringir el empleo de determinadas armas, o eliminarlas por completo. Entre ellos est芍n el Tratado de No Proliferaci車n de Armas Nucleares, el Tratado de Prohibici車n Completa de los Ensayos Nucleares, el Tratado sobre la Prohibici車n de las Armas Nucleares, la Convenci車n sobre Armas Biol車gicas y Qu赤micas, la Convenci車n sobre la Prohibici車n de Minas Antipersonales, la Convenci車n sobre Municiones de Racimo, la Convenci車n sobre Ciertas Armas Convencionales, y el Tratado sobre el Comercio de Armas.

Desarme nuclear y no proliferaci車n

Las son las armas m芍s peligrosas que existen en la Tierra, pues con ellas se puede destruir toda una ciudad, asesinando potencialmente a millones de personas y poniendo en peligro el entorno natural y la vida de las generaciones futuras, por sus catastr車ficos efectos a largo plazo. Los peligros que suponen tales armas provienen de su mera existencia.

Aunque las armas nucleares se han utilizado solo dos veces en contiendas, se estima que existen todav赤a en torno a 12.500 armas nucleares y que se han llevado a cabo m芍s de 2.000 ensayos nucleares hasta la fecha. A la vista de estos datos, el desarme es la mejor salvaguardia contra tales peligros, pero hemos de reconocer que alcanzar tal objetivo supone un reto extremadamente dif赤cil.

Las Naciones Unidas han intentado eliminar las armas nucleares desde sus mismos inicios. La estableci車 una Comisi車n en la que se pretend赤a abordar los problemas relacionados con el descubrimiento de la energ赤a at車mica, entre otros asuntos. La Comisi車n ten赤a que hacer propuestas para, entre otras cosas, controlar el desarrollo de la energ赤a at車mica para, en la medida de lo posible, garantizar su uso exclusivo con fines pac赤ficos.

Desde entonces se han firmado diversos tratados multilaterales con el objetivo de prevenir la proliferaci車n y los ensayos nucleares, al tiempo que se fomentaban los avances en el desarme nuclear.

Entre tales avances se hallar赤an el , el 每tambi谷n conocido como Tratado de Prohibici車n Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN), que se firm車 en 1996 pero que a迆n no ha entrado en vigor每 y el .

Trabajadores con trajes de protecci車

Misiles

Los misiles siguen estando en el punto de mira de las discusiones, las decisiones y la toma de medidas a nivel internacional. Su potencial para transportar de forma r芍pida y precisa hace que estos instrumentos tecnol車gicos sean un problema pol赤tico y militar importante en t谷rminos cualitativos. Adem芍s, la diversidad de puntos de vista a nivel internacional en cuestiones relacionadas con los misiles plantea un reto particular a la hora de abordar la cuesti車n en foros multilaterales. De hecho, en la actualidad, no existe un instrumento multilateral legalmente vinculante que aborde el problema de los misiles.

De acuerdo con las resoluciones de la Asamblea General, se han establecido tres Paneles de Expertos Gubernamentales dentro de las Naciones Unidas que se han dedicado al problema de los misiles, aunque actualmente existen otros reg赤menes multilaterales que intentan prevenir la proliferaci車n de misiles y de otras tecnolog赤as relacionadas. Entre ellos se incluye el y el R谷gimen de Control de Tecnolog赤a de Misiles.

Armas biol車gicas

El tab迆 internacional contra las armas biol車gicas tuvo su origen en los horrores de la Primera Guerra Mundial, de tal modo que su empleo se considera, desde hace mucho tiempo, contrario a las leyes de la humanidad y a los dictados de la conciencia p迆blica.

Las armas biol車gicas difunden organismos o toxinas pat車genos con los cuales se pretende provocar da?os a seres humanos, animales o plantas, y pueden ser mortales, adem芍s de altamente contagiosos. Pero lo m芍s peligroso de estas armas es que las enfermedades que causan no se podr赤an restringir a frontera alguna, por lo que se difundir赤an r芍pidamente por todo el planeta.

La liberaci車n intencionada de agentes o toxinas biol車gicas por parte de actores estatales, o no estatales, podr赤a tener unas consecuencias dram芍ticas. Adem芍s de la tr芍gica p谷rdida de vidas, los ataques con armas biol車gicas podr赤an provocar escasez de alimentos, cat芍strofes medioambientales, devastadoras p谷rdidas econ車micas y la difusi車n de enfermedades, as赤 como temor y desconfianza entre la sociedad civil.

Los esfuerzos largamente sostenidos para eliminar estas armas de destrucci車n masiva en todo el planeta tuvieron fruto finalmente, en 1972, con la Convenci車n sobre Armas Biol車gicas, que proh赤be expresamente el desarrollo, la producci車n, la adquisici車n, la transferencia, el almacenamiento y el empleo de armas biol車gicas y t車xicas. ?ste fue el primer tratado de desarme multilateral que prohibi車 toda una categor赤a de armas de destrucci車n masiva.

Armas qu赤micas

grupo de personas con equipo de protecci車n inspeccionan un tarro con un l赤quido

El uso de armas qu赤micas en tiempos modernos comenz車 durante la Primera Guerra Mundial, cuando ambos bandos en conflicto utilizaron gases t車xicos con el fin de infligir terribles sufrimientos y causar numerosas bajas en el campo de batalla. Tales armas estaban compuestas por productos qu赤micos bien conocidos comercialmente, que se diseminaban a trav谷s de munici車n est芍ndar, como granadas o proyectiles de artiller赤a. El cloro, el fosgeno (un agente asfixiante) y el gas mostaza fueron algunos de los productos qu赤micos utilizados.

El indiscriminado empleo de estas sustancias tuvo, frecuentemente, consecuencias devastadoras, con cerca de 100.000 v赤ctimas mortales. Tras la Primera Guerra Mundial, las armas qu赤micas han provocado m芍s de un mill車n de bajas en todo el mundo.

Los esfuerzos, largo tiempo sustentados, por eliminar estas armas de destrucci車n masiva en todo el planeta tuvieron su fruto finalmente, en 1993, con la , que busca eliminar toda la categor赤a de armas de destrucci車n masiva prohibiendo el desarrollo, la producci車n, el almacenamiento, la transferencia y el empleo de armas qu赤micas. Asimismo, intenta prevenir su reaparici車n, garantizar la eliminaci車n de las existencias actuales de tales armas y, con ello, liberar al mundo de la amenaza de la guerra qu赤mica.

Armas convencionales

Armas convencionales son todas aquellas armas que no se pueden catalogar como de destrucci車n masiva. Son las m芍s conocidas y ampliamente utilizadas en entornos conflictivos y criminales, y tienen una amplia diversidad de usos y capacidad de destrucci車n. Entre las m芍s conocidas armas convencionales se encuentran los tanques, los veh赤culos de combate acorazados, los sistemas de artiller赤a de gran calibre, los aviones de combate y los veh赤culos a谷reos de combate no tripulados, los helic車pteros de ataque, los buques de guerra, misiles y lanzamisiles, minas terrestres, municiones de racimo, armas peque?as, y armas y munici車n ligeras.

La Carta de las Naciones Unidas no proh赤be a sus Estados Miembros poseer y utilizar armas convencionales, siempre y cuando esto se haga de conformidad con el derecho internacional. ?ste es el motivo por el cual los t谷rminos ※control de armas§ y ※limitaci車n de armas§ se utilizan con m芍s frecuencia que el t谷rmino ※desarme§ cuando se hace referencia a las armas convencionales.

Sin embargo, existen armas convencionales que resultan muy preocupantes en t谷rminos humanitarios, bien sea por el modo en que se utilizan o pueden ser utilizadas, o bien por su dise?o, que las hace incompatibles con el derecho humanitario internacional.

Los primeros esfuerzos por dar respuesta a tal preocupaci車n se hicieron ya en el siglo XIX, aunque el ejemplo m芍s reciente de regulaciones y limitaciones legalmente vinculantes en el uso de armas convencionales tuvo lugar en 1980, con la Convenci車n sobre Prohibiciones o Restricciones en el Empleo de Ciertas Armas Convencionales.

La Convenci車n sobre Ciertas Armas Convencionales (CCAC) es un instrumento clave del derecho humanitario internacional. Con sus cinco Protocolos, la CCAC pretende prohibir o restringir el empleo de tipos espec赤ficos de armas (fragmentos no detectables; minas, trampas explosivas y otros dispositivos; armas incendiarias; armas l芍ser cegadoras y restos explosivos de guerra), que causan da?os indiscriminados sobre la poblaci車n civil o provocan un sufrimiento innecesario entre los combatientes.

men seen from above, sorting weapons and ammunition

Minas terrestres

Todos los d赤as, alguna persona muere o pierde alg迆n miembro al pisar una mina terrestre (minas antipersonales o anti-veh赤culos). Y la mayor赤a de estas v赤ctimas son civiles, pertenecientes a pa赤ses donde la guerra termin車 hace tiempo.

La , adoptada en 1997, aborda este flagelo. Proh赤be el almacenamiento, la transferencia y el empleo de minas terrestres antipersonales, y exige a los pa赤ses que las eliminen en su territorio, al tiempo que prescribe a los Estados que est谷n en condiciones de hacerlo que ayuden a los pa赤ses afectados.

M芍s de 160 pa赤ses han firmado este tratado, y entre sus efectos positivos se incluye una marcada reducci車n en el n迆mero de v赤ctimas, un incremento en el n迆mero de estados libres de minas, la destrucci車n de las reservas de minas y la mejora en la asistencia a las v赤ctimas.

militar con una granada en la mano

Desminado

En 2017 hubo m芍s de 8.600 v赤ctimas 每el doble que en 2014每 por causa de las minas terrestres, los restos explosivos de conflictos y los artefactos explosivos improvisados operados por las propias v赤ctimas. Los 110 millones de minas terrestres y otros explosivos, esparcidas en unos 70 pa赤ses y territorios, son un recordatorio permanente de conflictos que finalizaron a?os atr芍s o, incluso, d谷cadas atr芍s.

Naciones Unidas busca un mundo libre de minas terrestres y de restos explosivos de la guerra, donde personas y comunidades vivan en un entorno seguro que favorezca el desarrollo, y donde se satisfagan las necesidades de las v赤ctimas. En este sentido, doce Departamentos y Oficinas del Secretariado de las Naciones Unidas, especializados en agencias, financiaci車n y programas, juegan un papel decisivo en los programas de desminado que se llevan a cabo en 30 pa赤ses y tres territorios.

Las medidas en materia de minas no se limitan a retirarlas del terreno. Permite a las fuerzas de mantenimiento de la paz patrullar con seguridad, a los organismos humanitarios prestar asistencia y a los ciudadanos vivir sin miedo. Tambi谷n comprende los esfuerzos para proteger a las personas del peligro y ayudar a las v赤ctimas a reintegrarse en sus comunidades.

Una pol赤tica que se ha desarrollado conjuntamente es , que orienta la divisi車n del trabajo dentro de las Naciones Unidas. Gran parte del trabajo, como es el desminado y la formaci車n acerca de los riesgos con las minas, lo llevan a cabo en estos momentos organizaciones no-gubernamentales, a las que se unen contratistas comerciales y, en algunos casos, militares, que ofrecen servicios de acci車n humanitaria contra las minas. Adem芍s, diversas organizaciones intergubernamentales, internacionales y regionales, as赤 como instituciones econ車micas internacionales, financian operaciones y proporcionan servicios a personas y comunidades afectadas por las minas terrestres y restos explosivos de la guerra.

El coordina, como su propio nombre indica, toda actividad relacionada con las minas. El UNMAS garantiza una respuesta eficaz, proactiva y coordinada a los problemas generados por las minas terrestres y los restos explosivos de la guerra, entre los que se incluyen ahora las bombas de racimo. Tambi谷n eval迆a y supervisa de forma continua las amenazas que plantean las minas y la munici車n sin estallar, al tiempo que desarrolla pol赤ticas y normativas al respecto. Adem芍s, el Servicio moviliza recursos y aboga por la prohibici車n mundial de las minas antipersonales.

Por otra parte, y dentro de las operaciones de mantenimiento de la paz, emergencias y crisis humanitarias, el UNMAS establece y gestiona centros de coordinaci車n de acci車n contra las minas en diversos pa赤ses y territorios. Finalmente, en los 迆ltimos a?os, este servicio de las Naciones Unidas est芍 dedicando m芍s recursos y tiempo a la amenaza que suponen los dispositivos explosivos improvisados.

En 2022, el UNMAS obtuvo importantes logros, como la destrucci車n de 109.976 restos explosivos de guerra, 397 artefactos explosivos improvisados y 5.970 minas terrestres. Adem芍s, se garantiz車 la recuperaci車n de 159 kil車metros cuadrados de terreno y se inspeccionaron, limpiaron y garantizaron la seguridad de 8.468 kil車metros de carreteras. Tambi谷n se imparti車 educaci車n presencial sobre el riesgo de los artefactos explosivos a m芍s de 2,6 millones de personas y se prest車 asistencia a m芍s de 742 v赤ctimas de artefactos explosivos.

Las Naciones Unidas vienen abordando los problemas que plantean las minas terrestres desde la d谷cada de 1980. De hecho, la actuaci車n de la ONU fue decisiva en lo referente al empleo de armas con efectos indiscriminados cuando patrocin車 la Convenci車n sobre Ciertas Armas Convencionales en 1980. En 1996, la Convenci車n se ampli車 con la inclusi車n de las minas terrestres en conflictos internos y con la exigencia de que todas las minas fueran detectables.

Con el tiempo, el creciente clamor popular, combinado con la acci車n comprometida de las organizaciones no-gubernamentales implicadas en la Campa?a Internacional para la Prohibici車n de las Minas Terrestres, llev車 a la adopci車n de un amplio acuerdo global.

La hist車rica (la Convenci車n sobre la Prohibici車n de Minas Antipersonales) prohibi車 la producci車n, empleo y exportaci車n de estas armas y obtuvo un apoyo casi universal. En febrero de 2024, .

Por otra parte, Naciones Unidas instaur車 el D赤a Internacional de Informaci車n sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades Relativas a las Minas, que se celebra cada a?o el d赤a 4 de abril.

Finalmente, en 2015, el Secretario General de las Naciones Unidas design車 al famoso actor Daniel Craig como , dando as赤 un nuevo impulso para la prohibici車n de estas execrables armas. .

"Os insto, os obligo, a seguir reconociendo y apoyando la labor esencial que realizan las Naciones Unidas. Desde despejar el terreno para que los ni?os puedan jugar e ir a la escuela sin miedo, hasta patrullar las carreteras para el mantenimiento de la paz, formar a la poblaci車n local en las destrezas que necesitan para mantenerse a salvo y reconstruir las comunidades tras los devastadores resultados de la guerra y los conflictos. UNMAS desempe?a un papel fundamental en un mundo siempre peligroso y cambiante. As赤 que, por favor, no nos olvidemos de su labor fundamental", dijo Craig en su 迆ltimo como Defensor Mundial de la ONU para la Eliminaci車n de Minas y Peligros Explosivos.

Bombas de racimo

La munici車n de racimo consta de un proyectil hueco que se lanza desde el aire o desde el suelo y que, abri谷ndose a determinada altura, libera cientos de bombas m芍s peque?as, o submuniciones, con las cuales se satura de explosiones 芍reas tan amplias como las que ocupar赤an varios campos de f迆tbol. Esto significa que todo ser humano en esas 芍reas, incluida la poblaci車n civil, corre el riesgo de resultar herido o muerto. Pero a esto hay que a?adir que, en ocasiones, los explosivos m芍s peque?os, las submuniciones, no detonan en el momento del ataque, quedando sin desactivar sobre el terreno y convirti谷ndose en un peligro de muerte o mutilaci車n para la poblaci車n civil, que puede verse afectada hasta muchos a?os despu谷s de finalizado el conflicto.

La proh赤be, bajo cualquier circunstancia, el empleo, desarrollo, producci車n, adquisici車n, almacenamiento y transferencia de bombas de racimo, as赤 como la ayuda o incitaci車n a la realizaci車n de actividades il赤citas. La Convenci車n proporciona una respuesta internacional amplia al sufrimiento causado por el empleo de bombas de racimo y por sus restos, para prevenir la proliferaci車n y uso futuro de estas armas.

Seg迆n el grupo de la sociedad civil Cluster Munition Monitor, asociado con la ONU, en 2022 se produjo un . El 迆ltimo informe publicado por esta organizaci車n indica que 1172 personas murieron o resultaron heridas en 2022, la cifra m芍s alta desde que se empezaron a elaborar informes peri車dicos en 2010.

Municiones

Las almacenadas pueden convertirse en un peligro si no se conserva y vigila de la forma adecuada. M芍s de 100 pa赤ses en todo el mundo han sufrido explosiones no intencionadas de dep車sitos de munici車n, que han provocado miles de v赤ctimas durante los 迆ltimos 15 a?os.

Adem芍s, si los dep車sitos no est芍n bien gestionados, constituyen una fuente incesante de desv赤o de municiones para grupos armados y delincuentes, con lo que se alimentan los conflictos armados y la actividad delictiva.

Naciones Unidas, a trav谷s de su , trabaja en la mejora de la gesti車n permanente de la munici車n, proporcionando m芍s seguridad a la poblaci車n civil.

El personal de mantenimiento de la paz examina unos cargadores de armas autom芍ticas

Comercio de armas

Disponer f芍cilmente de armas y municiones no hace otra cosa que incrementar el sufrimiento humano, la represi車n pol赤tica, el delito y el terror entre la poblaci車n civil. Por otra parte, la transferencia il赤cita de armas puede desestabilizar regiones enteras del planeta, transgredir los embargos de armas y vulnerar los derechos humanos en pa赤ses sumidos en conflictos y con altos niveles de violencia. Y, por si esto fuera poco, los estados afectados por conflictos o por una delincuencia generalizada son los que m芍s dificultades presentan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La adopci車n, en abril de 2013, del Tratado sobre el Comercio de Armas por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas marc車 un hito crucial en los esfuerzos de la comunidad internacional por regular el comercio global de armas convencionales y promover la paz y la seguridad.

Antes de la adopci車n del Tratado no exist赤a ning迆n acuerdo global legalmente vinculante que rigiera el comercio de armas convencionales, y el Tratado estableci車 una robusta normativa internacional que, desde entonces, ha facilitado a los gobiernos la decisi車n de si autorizan o no la transferencia de armas. El Tratado sobre el Comercio de Armas coopera con los estados y les ofrece asistencia para que desarrollen sistemas de regulaci車n adecuados y arsenales de armas seguros.

G谷nero y desarme

En funci車n de su g谷nero y de otros factores, las personas se ven involucradas y afectadas de forma muy distinta por las armas, los conflictos b谷licos y el resto de cuestiones referentes a armas y seguridad. Los procesos y las pol赤ticas de desarme y de control de armamento resultan ser m芍s eficaces si se toman en consideraci車n las .

En m迆ltiples marcos internacionales y en diversas resoluciones de la ONU se reconocen las dimensiones del desarme y del control de armas en funci車n del g谷nero. Por ejemplo, seg迆n el Tratado sobre el Comercio de Armas, los Estados Partes tienen la obligaci車n legal de evaluar en qu谷 medida la exportaci車n de armas y municiones convencionales puede utilizarse para la comisi車n de actos de violencia de g谷nero, y el Tratado sobre la Prohibici車n de Armas Nucleares reconoce los efectos desproporcionados que la radiaci車n nuclear tiene sobre las mujeres y las ni?as.

En 2000, el Consejo de Seguridad adopt車 las diez primeras resoluciones sobre mujeres, paz y seguridad (MPS), reconociendo el impacto desproporcionado y singular que los conflictos armados tienen sobre las mujeres y las ni?as, y haciendo una llamada a la plena implicaci車n de las mujeres en todos los esfuerzos encaminados a la paz y la seguridad. La Asamblea General, en su , y en sobre Mujeres, desarme, no proliferaci車n y control de armas, insta tambi谷n a comprender mejor el impacto de los conflictos armados en funci車n del g谷nero, y reconoce la necesidad de facilitar la igualdad de oportunidades, as赤 como un incremento de la participaci車n de las mujeres en la toma de decisiones sobre el desarme.

No obstante, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas y constituyen solo alrededor de un tercio de los participantes en las reuniones multilaterales de desarme, en las que las jefas de delegaciones est芍n en franca minor赤a.

Mujer con un ni?o recoge agua

Desarme y juventud

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirma, en su Asegurando nuestro futuro com迆n: Una Agenda de desarme, que la juventud se ha convertido en una fuerza poderosa para la transformaci車n de nuestra civilizaci車n. La aportaci車n, tan importante como positiva, que los j車venes pueden hacer para alcanzar una paz y una seguridad sostenibles qued車 reafirmada por la Asamblea General de la ONU mediante el apoyo un芍nime a una nueva resoluci車n titulada, ※Juventud, desarme, no proliferaci車n y control de armas§, adoptada el 12 de diciembre de 2019.

Reconociendo la importancia de los j車venes en la transformaci車n de nuestras sociedades, la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA, por su acr車nimo en ingl谷s) lanz車, en 2019, su iniciativa de acercamiento a los j車venes ※#Youth4Disarmament§, con la cual se pretende involucrar, formar y capacitar a los j車venes para que participen de forma significativa e inclusiva en el 芍mbito del desarme y la no proliferaci車n. Se invita a j車venes de toda procedencia social, intereses y experiencia a participar en Asegurar nuestro Futuro Com迆n, un futuro m芍s seguro, sostenible y pac赤fico para todos y para las generaciones futuras.

Organismos e instituciones relacionados con el desarme

D赤as Internacionales relacionados

Recursos