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Agricultura y alimentación

Estas fiestas son un buen momento para apreciar la comida, aunque también suelen generar . Un despilfarro que echa a perder el dinero y el trabajo que se dedican a de alimentos, parte de la cosecha, su procesamiento, transporte y preparación. Y todo esto sin mencionar la contaminación y los que se crean para nada. FAO te ofrece nueve consejos para evitar y reducir este tipo de desperdicio durante estos días.

La subida de precios, los efectos de y el impacto de la COVID-19 están agravando la pobreza en el pueblo de Xelam de López, al sureste de , lo que ha generado una oleada de . Un proyecto del de nuevas técnicas agrícolas está ayudando a personas como Felipe a que no tengan que irse y puedan mantener y alimentar a sus familias.

Sí, porque la diversidad genética y resistencia climática de este cereal permite producir varios alimentos de alto poder nutritivo.

En la aldea de Chachicupe, en las montañas del suroeste de , la mayoría de las familias se dedican al cultivo . Allí, un proyecto implementado por el PNUD ha formado varias redes de de este grano. “El objetivo es encontrar un nicho para el café de las señoras, para que no regalemos nuestro trabajo,†comenta María Gabriela, Presidenta de una cooperativa.

La incertidumbre acerca de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro sigue afectando los precios internacionales de los granos, como se refleja en el aumento en octubre del precio del maíz y el trigo.

A pesar del Acuerdo de Paz de 2016 en Colombia, la violencia y los desplazamientos han continuado en las provincias afectadas históricamente por el conflicto. Gracias a un proyecto de asistencia de la que busca restablecer los medios de vida en la etapa posterior al conflicto, la pequeña comunidad de Cedro —castigada además por inundaciones devastadoras— en el departamento colombiano del Chocó, pudo recobrar con rapidez la producción de cultivos básicos esenciales para su seguridad alimentaria y nutricional, así como encaminar a la comunidad hacia unos medios de subsistencia pacíficos y legítimos.

Gracias a la financiación de la Unión Europea y a la gestión (en), 155 jóvenes recibirán formación en universidades de Asia Central en estudios de finanzas, minería, mercadotecnia, arquitectura, informática y agricultura. Este es el caso de Beheshta: mis estudios de “se enfocan en desarrollar tecnologías que ayuden a alimentar a la población mundialâ€, cuenta la joven.

Los alimentos y la manera de producirlos están evolucionando. te explica como podrían ser los platos del futuro, mostrándote como los están revolucionando lo que comemos.

Las indígenas de la región son el pilar de familias y comunidades, constituyendo aproximadamente una octava parte de la población rural de América Latina. Conservan y transmiten conocimientos ancestrales sobre el , cuya importancia se empieza a reconocer ahora. Consciente de esto, el WFP ayuda a muchas de estas mujeres a luchar contra y a aumentar su productividad en países como Guatemala, Ecuador y Bolivia.

En Bolivia, Trigidia Jiménez es conocida como la «fantástica de la cañahua».

En muchos lugares del mundo, los agricultores trabajan en consonancia con su entorno y utilizan prácticas sostenibles muy antiguas, protegiendo de sus ecosistemas. Son comunidades que el ingenio de sus antepasados para conservar y utilizar la biodiversidad, al mismo tiempo que salvaguardan sus medios de vida y paisajes. La FAO, a través , ayuda a muchos de estos agricultores a preservar su patrimonio agrícola, tal y como sucede en Portugal, (en), Brasil y Egipto.

El cinturón de sabana de Surinam puede no contarse entre más fértiles. Pero es considerado una de las cunas de la piña, y su rica y única así lo atestigua. Cultivada principalmente por pueblos indígenas, en especial los Lokono (Arawak) y Kaliña (Caraiben), esta fruta ofrece grandes perspectivas para mejorar sus medios de vida. Un potencial que y otros organismos de la ONU trabajan para desbloquear.

En un esfuerzo conjunto, la Unión Europea y la Organización Internacional del Trabajo () han implementaron un programa para abordar los retos y oportunidades del trabajo decente e

La invasión rusa a Ucrania ha hecho aumentar de manera drástica los precios de combustibles y alimentos en el mundo. Al inicio de la guerra, del trigo subió un 62%, aunque ya ha bajado algo. Además, la ligera caída de los precios de las materias primas no ha hecho disminuir la inflación, que sigue acelerándose. Según el PNUD, han caído en la pobreza en solo tres meses; un ritmo incluso más rápido que durante la pandemia.

La guerra ha causado grandes estragos en el del país. La maquinaria permanece inmóvil en los campos; los sistemas de riego y las instalaciones han sido destruidas. Una iniciativa financiada por el , ayuda a hogares rurales, como el de Sabreen (en la foto, izquierda), a salir a delante.